martes, 20 de diciembre de 2011

Cíclope

Que al caminar te miren todos los ojos que pasean. Todas las personas te ven con un solo ojo de cíclope mientras cierran el izquierdo. Te sentís diferente y te sentís observado, pero te divierte y hasta te reís. Lloras alguna lágrima de felicidad en forma de canción. Te miran más todavía y te divertís más todavía. También está el sol que te mira redondo como un ojo, y si no es el sol es la luna de la noche. Seguís con los ojos bien abiertos y sonreís, siempre diferente a todos, siempre diferente a ellos. Entonces empezás a pensar en esa diferencia que te hace único aunque no mejor, quizás hasta todo lo contrario. Buscas en lo profundo y entonces las lágrimas no son más de felicidad, las canciones son baladas tristes y los ojos los tenés más cerrados que nadie. Te das cuenta que las miradas son de desprecio, que les cuesta verte con los dos ojos porque algo anda mal y la diversión es simple depresión. Todo se transforma cuando ves en tus problemas y te acordás de que esos eran ojos y no miradas, de que eran cíclopes y no personas, de que era oscuridad y no el sol, de que era muerte y no vida. Te preguntás todo de nuevo, causa de esa inseguridad. El pozo es más hondo y más oscuro, tanto que no sabés por donde entraste y por lo tanto por dónde salir. Los cíclopes se rien de vos, de todos tus problemas y tu familia no está.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Descuido

Cuando camino pienso en todo y como negarle ese espacio a la flor que pisé hoy a la mañana, en ese parque tan lleno de palomas y guitarras. Es que me descuidé y la pisé. No es un simple descuido, es un ciclo de descuidos. Yo me descuido y piso una flor, la flor muere descuidando una posibilidad de regalo para una pareja de enamorados, que a la vez se descuida de pisar otra flor en la misma plaza que yo camino. Enamorados descuidados, unidos por completa complementación. Complementación que trae consigo una contradicción, porque no es más que ello, porque si se contradicen se complementan. Empecemos por este caso, una flor que muere no es más que una pareja que vive; o un día que para ser un día necesita del sol y de la oscuridad de la noche. Pero también dentro de la complementación, y por ende de la contradicción, nace la imposibilidad que empieza a tomar partida por ser más posible que creer que lo que uno imagina existe en el fondo de algún mar. Esa imposibilidad, esa complementación, esa contradicción que nace de que uno sepa que lo ama y el otro no, de que uno quiera más y el otro no, de que uno pise la flor y el otro no, de que uno pida y el otro de, de que quiera guerra y el otro paz, de que para uno el otro es menos y para el otro más. La contradicción hace a la imposibilidad, pero al traer la posibilidad de la complementación surge la esperanza de complementarnos. Sin embargo, noto que nacen otros descuidos, pero me tienen sin cuidado ahora, porque ahora vuelvo a la plaza para seguir pensando en esas parejas que pisan flores, en esa complementación entre todos ellos, en esas contradicciones que parecen separarnos pero que pueden unirnos en esa imposibilidad tan llena de posibilidades, y entonces arrancar esa flor para que nunca más sea descuidada, para cortar un ciclo y volver a empezar. Regalártela y volver a empezar, esta vez sin descuidarte, complementándonos.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Señales

¿No seremos todos señales de algo? ¿Será que nos falta descubrir qué es eso por lo que estamos? Mientras tanto vivamos, que el tiempo nos dirá. Pero vivir no significa dormir, no significa simplemente estar. Aunque alguien llore seguir de largo, aunque alguien tenga problemas seguir de largo, aunque sientas que podes dar más seguir de largo, eso no es vivir. Si quieren escuchar música, que escuchen tu voz, si necesitan una mano, dale las dos, si necesitan una sonrisa dale la del sol, que siempre vuelve a salir para aliviarnos con su calor, después de una noche fría y oscura. Que en la vida no es todo dolor. Que todos somos señales, todos somos ángeles.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Volar, Volar

Miré al cielo y sólo vi cómo lloraban los árboles. Algunos se jactan de que es simple transpiración pero no puedo creer en eso, hay algo más, siempre hay algo más. Quizás sangraban simple agua, quizás lloraban. Eso debía ser, lloraban. Lloraban tristeza de no poder moverse, de no poder estar cerca de alguna otra cosa, de la eterna inmovilidad. Lloraban el quedarse siempre en el mismo lugar, de no poder salir a buscar más. Lloraban el no poder estar tan cerca tuyo. Y aunque la naturaleza no sea sabia, sí lo es el que la creó. Lloran los árboles de la quietud, pero esas lágrimas caen al piso y se convierten en flor. Se convierten en esa flor que arrancan los chicos alegres, las parejas enamoradas, los viejos para sus mejores amigos difuntos, o que simplemente quedan para alimentar un paisaje que supera la razón. Pero para vos, se buscó un camino diferente y se te dio un espíritu libre. Tu alma necesita volar, volar rompiendo con ese cielo de papel que te limita. Yo me encargaré del resto, y la flor la voy a arrancar, para hacer feliz a un árbol, hacerme feliz a mi y a un alma que vuela. 

jueves, 1 de diciembre de 2011

Pendencia

La vida se trata de depender o no depender. Las cosas dependen de uno y uno depende de las cosas de las que trata de independizarse continuamente. Nadie busca simplemente pender, estar en el aire, suspenderse. Ese es el umbral que nos separa de los demás como una plaza con lluvia separa la alegría y la melancolía. Como pudiera independizarme de esa imagen: vos y la plaza, vos y los edificios. Estoy pendiente de todo, todo pende de mí. Pero he aquí la propuesta. Pendamos juntos, el uno del otro. Yo te veo pender y vos me ves pender, todos pendientes de nosotros pero nosotros no pendientes de ellos. Y no es la soledad el estar sólo, sino el estarlo cuando en realidad dependemos de los demás. No quiero soledad, no quiero depender ni independencia, solo busco pender con vos y que vos pendas conmigo. Flotemos en un aire que no existe y vivamos sin respirarlo, simplemente inventarlo y admirarlo. Que todo sea nuestro aunque no nos pertenezca, que todo sea nuestro aunque no dependamos de ellas. Que pendan los edificios, las plazas, yo, vos y nuestro aire tan propio.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Esa gente de por ahí


No todas son rosas en el campo del rey
No todas las rosas del campo son del rey
No todos los reyes saben mucho sobre rosas
No todas las rosas quieren saber de algún rey

            El fuego del infierno se apaga con las lágrimas. Son ellos los que sufren, son otros los que sufren. Caminan en el borde de los corazones a la velocidad de sus puños quizás. Lloran los otros pero su llanto es el peor, es otra su forma de expresión. Es esa gente de por ahí que alimenta el ego de Almafuerte dando a entender una maldad natural. Pero yo no quiero que ella llore, no quiero que él llore. Déjenlo en paz y que en paz descanse sin tener que esperar a la muerte. Un castigo por un crimen nunca cometido y algo más triste es esa gente de por ahí. Gente que aprendió a llorar mal, que no sabe reír como ríen los árboles que no lastiman. Que dejan huellas de camiones llenos de vodka en el cuerpo de la indefensa mujer que habla sin hablar. Esa gente de por ahí que muere por dentro mientras el otro empieza a vivir. Lástima, mísera lástima, la que se le tiene a los enemigos cegados por la soberbia. Yo no creo que todo sea malo, vení conmigo y vivamos. Animate a hablar de una vez y que su mano no sea más fuerte que tu corazón. Animate a animarte de una vez y que tu vida sea la tuya y no su muerte. Rezo por vos, pero no sólo rezo. Sufro por vos, pero no solo sufro. Que mueran ellos solos… esa gente de por ahí. 

Sonajeros.

Una canción del trío FlopaManzaMinimal, del mejor cd del 2003 que lleva el mismo nombre que el trío.
Una de esas canciones que las podés escuchar 1000 veces y nunca te vas a cansar de escucharla. Podría agregar también alguna otra del cd como "Dejadez", o "Debajo del Album Blanco", o "El alma herida", pero en fin les dejo ésta que la que más me gusta, y si quieren escuchen el cd entero, que no se van a arrepentir.
Escuchá: "Sonajeros"

martes, 21 de junio de 2011

Y quizá sólo quede el balcón, mi cuarto, el frío.

Pasó la tarde sin avisar, sin encontrarse con la noche.
Ni siquiera el blanco de tus bordes, parecidos a un libro sin abrir, apoyado sobre la cornisa del balcón,
intimidan mis ojos.
No me mires, que prefiero desconocerte.
"Cosas que hace tu bata blanca"; que me recuerda que soy mortal, que me pasea el sueño por sus hilos finos, fríos, mojados.
Tu bata, que espera sentada, reposada en su blancura de mármol, en el balcón, en mi cuarto.
La misma bata que usaste vos, que resaltó a tu cuerpo en paz, es la que ahora me mira fijo.
Vos y tu bata en mi cuarto; en mi balcón. EN TODOS LADOS.
Tu bata dejando rastros de hilos por el tiempo, los gastados, los cansados de tanta vida, hasta que un día desaparezca. Y con ella te vallas vos, y yo.
Y ya no quede nada, ni los recuerdos nuestros, ni los de tu bata, ni mis hilos (ya perdidos al tiempo), ni tus bordes, ni la blancura de tu bata.
Y quizá sólo quede el balcón, mi cuarto, el frío.


Cruz P.


*Inspirado en "Cosas que hace tu bata blanca" de Fabián Casas.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Los Ojos

No recordaba haberlos visto tan de cerca. Es tan fácil verlos en otra persona. Me sentí un reflejo. Sus colores mezclados en uno solo. Los vi verdes, pero en un verde distinto. Mis ojos eran verdes como el amarillo de las hojas muertas, el marrón del árbol muriendo y el verde de un alga que quisiera yo que viva. Los tres colores formaban la psicodélica que se gesta en mi mirada. Esos colores que recorrieron un camino incansable, que tiene a su favor al campo y al cielo. Aunque el rojo bárbaro y sangriento los visite, ellos se quedan, persisten. Uno cambia, y siempre lo hace, pero termina de morir cuando descubre sus propios ojos. El renacer, es el escribirlo; y entonces, aunque las pestañas cedan, tus ojos persistirán.

F.S

viernes, 6 de mayo de 2011

Dos Extremos en el Mismo Bolsillo

     La gente acá es diferente, es rara. Te hablo de la ciudá. Vaya uno a saber que’s lo que les pasa. Pué ser el cemento que le’ enfría el mate ¿Usté sabe Don Fulgencio lo que aquí pasa? Le voy a contar, y aunque se le parezca una mentira de las mía’, es pura verdá lo qui yo li voy a contar. Pasó que caminaba por el gris, usté sabe, y la gente no saludaba, pero eso no le es todo eh, que pasó má’. Naide hablaba,  apena’ alguna vocecita de la’ mala’ escuchaba. Yo no se si será el trabajo, lo’ traje’ eso’ o que carancho, pero la cosa está pa’ trá Fulgencio. Igual, eso no e’ lo pior. La gente di acá no tiene mano. Si, don Fulgencio, como usté lo ha leído, no tiene mano. Así como te lo dije eh, no le’ veo la’ mano’ nunca. Y claro, así están tristones y no saludan, pero vaya uno a saber por qué no tienen esto’ mano’, sólo Diosito sabrá vió. Se tropiezan unos acá y otros acullá, caminan qui parecen correr y nunca le’ he visto yo la’ mano’, Don Fulgencio. Vení, mi hermano, salvame d’estos torpe’ o mijor será que escape’ como laucha por tirante m’ hijo, qui no te saquen la’ mano’ y olvidate de mi, entonce’ sepa amigazo que no le escribiré má’, mi paisano.

sábado, 30 de abril de 2011

Murió Ernesto Sabato

Fanático del arte en todas sus facetas. Ensayista, pintor, y novelista. Ganador del premio Cervantes. Un escritor con una mirada algo pesimista, aunque siempre con un ápice de esperanza. Un escritor que siempre apoyó al arte y con sus obras lo llegó a demostrar. Un escritor que vivió una vida sobre héroes antes y tumbas ahora, una vida que siempre se asemejó a un túnel, aunque con la gran esperanza de alguna salida, una vida que terminaría en su propia trilogía con Abaddón. Muchos recordaremos la constante lucha contra la realidad en sus ensayos y libros, muchos lo recordarán como persona, y todos recordaremos este 30 de abril, porque Bruno lo llora, y todos somos Bruno. Saludos a tus 99 años.

"(...) Hasta que de pronto vio con asombro una lápida que decía: 

Ernesto Sabato
Quiso ser enterrado en esta tierra
con una sola palabra en su tumba
PAZ

(...)

"Paz", Si, seguramente era eso y quizá sólo eso lo que aquel hombre necesitaba, meditó. (...) En cualquier caso, fuera como fuera, era paz lo que seguramente ansiaba y necesitaba, lo que necesita todo creador, alguien que ha nacido con la maldición de no resignarse a esta realidad que le ha tocado vivir; alguien para quien el universo es horrible, o trágicamente transitorio e imperfecto.

martes, 26 de abril de 2011

La Música

Vengo ahora con el deseo y el impulso de subir dos videos de canciones que nunca dejan de gustarme. De Johan Sebastian Bach, interpretado por Jethro Tull (grandiosa banda, 17 de mayo en el Gran Rex) "Bouree" y un video de la banda Pez, igualmente impresionante (diferentes estilos, pero brillantes los dos)


viernes, 22 de abril de 2011

Pocos Saben Existir

¡OH existe! Veo a la puerta existir en su maravilloso blanco. Una manera de existir única, que muy pocos logran percibir. Con su llanto de dolor cuando el hombre la mece con su mano. Desconfianza total en un ser desconfiado de su propia existencia y de la de la misma puerta. Con su silencio apacible, que aleja a todo lo que existe, pero que sin embargo permite a la existencia el encuentro. También así existe la diferencia y también así yo existo. Existo en este mundo donde tienden a no existir tantas cosas. En un mundo en el que se pierde el sentido de la palabra “Discriminar” envuelta en la palabra “Prejuicios” o en que la “Guerra” se mimetiza con la “Paz” (Orwell, tu dolor existe). En un mundo donde esa “Puerta” coexiste “Conmigo” y con todo lo que eso conlleva. Cómo es eso de existir para la puerta, tan objeta. Esa puerta que en un bebe llega a significar un límite nefasto de lo existente. Si existiera el unicornio que tanto anhela mi hermana. Probablemente no exista o quizás sea que existen otras puertas, sin embargo, también probablemente, acondicione a mi mundo para poder exigir aquella existencia... Y entonces, ¡OH hermana! ¡OH, existe!

F.S

sábado, 16 de abril de 2011

Fina Diferencia

Y la muerte está en dos cuadras. Esas dos cuadras que no se pueden caminar. Ya no se a quien protestar, a quien maldecir. A mí, al mundo, a Dios o a alguien más. Y es que así es la vida: pasos que te acercan a la muerte ¿Pero no es que el sol necesita a la lluvia para encontrar al arco iris? Me figuraré y daré esos pasos entonces. Nadaré esos terribles aires, y temblaré. No lo niego, temblaré. Dos cuadras de frío, de lluvia, de oscuridad. Dos cuadras de muerte, dos cuadras de arco iris y de mi sol. Dos cuadras separan Capital del conurbano. Pero las pasaré y te veré, aunque cueste vida, mi vida.




F.S

jueves, 31 de marzo de 2011

Rebote

Caí de una forma extraordinariamente rápida al piso. Luego reboté. Salí volando por el aire hasta llegar a un punto donde ya no podía subir más, pero tampoco estaba preparado para bajar. Desde ese punto vi todo lo que una vez había significado para mi "vida". Sin embargo, a esa altura, ya no me importaba.
Volví a caer, esta vez de una forma menos repentina, o tal vez de la misma forma. ¿Qué más da?. Ya me había acostumbrado.
Cansado del mismo juego, monótono y aburrido como las visitas al dentista o las clases de antropología, busqué escapar de esa rutina de sube-y-baja. Traté de salir de ese camino predeterminado, sin embargo, cuando traté de ladearme para un costado, no pude salirme de mi eje. Traté para el otro lado, y como si fuera una broma, tampoco pude salirme del eje.
Como ya dije, el acto de rebotar ya no me resultaba incómodo, ni que decir doloroso, estaba acostumbrándome. Poco a poco comencé a darme cuenta que me gustaba este acto de subir y bajar, me divertía y hasta me resultaba placentero, de a ratitos.
Así fue como descubrí el sentido de vivir.

lunes, 28 de marzo de 2011

Campito Santo

desconsolado y mudo
mi corazon va pa´ bajo

pone manito en cuenco
para tratar de atraparlo

No dejés que se caiga
que no se me haga pedazos
no lo desprecies tanto
porque con él yo te amo

desconsolado y mudo
mi corazón va llorando

dale pañito frío
para poder consolarlo

no seas tan ingrata
de dejármelo ahí tirado
yo sin mi corazón
soy un muñeco de trapo

desconsolado y mudo
mi corazon se ha apagado

cavate un agujerito
en tu jardín y enterralo

no seas tan malvada
de dejarlo iunsepultado
que hasta los pajaritos
tienen su campito santo

y si algo por ahí florece
cuando se venga el verano

una plantita verde
con algo rojo en el tayo

cuando te dé las flores
no las arranqués de cuajo
lo rojo es mi corazón
y lo verde tu maltrato

el fuego tiene le calor
el agua tiene su canto

el aire tiene el gorrión
la tierra tiene su manto

si todo tiene su voz
para hablarlo pa´ cantarlo
contanos como es callar
vos que pudiste callarlo

Letra: Pablo Ramos - Gabo Ferro
Música: Pablo Ramos

viernes, 11 de marzo de 2011

Copy Pastinetta.

Arbol: soga destino del sol
Hoja: mano fítica de las lágrimas perdidas
Salto: cruz entre vientos y el suelo
Luz: asociación de  muertes suaves
Aproximación: suerte de esquina universal
Mueble: fama (dios sobre tren)
Lana: humo gastado sobre un segundo piso
Gusto: tire, empuje, salga, duerma
Pie: Fe (fama sobre tren)
Te: sal soñada por mil ríos
Mar: sal soñada por mil ríos
Gas: cinchada explota por la boca
Mirada: sube hasta el no cuerpo razo
Nube: sopa flota bajo un cielo
Loba: lleno de pelo el atardecer
Dedo: mal de pies en ruta
Cal: mesticulador de sueños
Gesticulador: vino sobre la ropa
Hijo: pana vientre nuevo
...
Por
Spinetta

jueves, 10 de marzo de 2011

Siempre Ella

Descansa, duerme, sueña. Un mundo diferente y no tan lejano. Oye a su padre gritando desgarradamente, y nadie lo escucha, sólo él. Mira al cielo tan rojo, al pasto amarillento, a su cama llena de plumas (también rojas) de algún ave onírico, y levanta la mirada nuevamente. Su padre seguía ahí, esperando alguna ayuda, su salvación. Sin embargo, la sorpresa le usurpó la reacción; seguía roncando aunque los alaridos no lo dejaran escuchar nada más. Esa voz se hacía desconocida, se mezclaba con el aire libre, con la cama, y la música de fondo (típico efecto cinematográfico que los sueños incorporan). Todo era otra cosa, y los dos cuerpos convulsionaron, uno tratando de evadir al sueño y el otro al dolor. Le salía sangre de todo el cuerpo. Los ojos, el pelo, las orejas, los nudillos de su mano, la palma, y hasta las uñas de los pies. El cielo y el infierno tenían el mismo color, nada de maniqueísmos, nada de claroscuros, nada de antónimos, prácticamente nada de nada, solo una imagen. Breath-taking (vaya expresión). La cama en el medio del descampado en una noche rush, un cuerpo ensangrentado, y su hijo llorando pétalos de girasol, nadie descubría al sol. El último grito, ese último instante que te salva de la pesadilla total. Abrió los ojos desesperadamente y con agitación su mirada de niño se fijó en su padre que tomaba del pico de una botella mientras su madre, sentada en el piso de la habitación, lloraba desconsolada. El eco del grito permanecía en su cabeza. Ella no descansa, duerme ni sueña. Ella, esa maldita botella.

sábado, 5 de marzo de 2011

Miedo

       Uno tiene miedos. El futuro, la incertidumbre, el infierno, el Diablo, Dios, apariciones, exorcismos o las hormigas. Sin embargo hay una jerarquía. Sería estúpido poner a comparación al futuro con las hormigas, o aún peor, al Diablo, a Dios, al infierno, con las hormigas. Simplemente son cuestiones diferentes. Uno puede poseer una hormiga, o creer que la posee y entonces sentirse seguro, aunque realmente no sea una razón para estarlo. Es más cómodo tenerlas lejos, fumigarlas, tratar de no verlas nunca (es claro que nunca se podrá conseguir del todo y quizas eso ayude a infundir temor). Sin embargo, siempre están, siempre te encuentran. Es curioso que El Diablo, Dios, la incertidumbre o el futuro, nunca se me “aparecieron”. Por ende, no he de temerles más que a un insecto capaz de sorprenderte mientras duermes, que te desgarra con esos equipos excelentes que forman. Es que las hormigas están más vivas que Dios y el Diablo y trabajan en grupo; es que las hormigas controlan tu futuro, eliminando toda incertidumbre; es que las hormigas son más que apariciones; es que las hormigas ni distinguen un cuerpo poseído; es que las hormigas viven en un mundo peor que el infierno, en esa tierra en la que después de que ellas te vean, reposarás sin ningún temor.

 F.S

miércoles, 2 de marzo de 2011

Alberto Montt

Es un humorista Chileno. Quiero que tomen las fotos con humor y no como un ataque a sus creencias. Dicho esto, les dejo...


lunes, 28 de febrero de 2011

Graffiti


Resulta que caminaba por la calle y vi un graffiti. Ese “arte urbano” (discriminación sin sentido) que dibuja las letras con excelente caligrafía. Lo cierto es que el mensaje que transmitía era muy atrapante y extraño (por el entorno más que nada). Pero, ¿Qué significaría?... ¿Qué significaría que esa chica estuviera llorando? Las lágrimas recorrían sus mejillas de corta edad, como recordando el camino de los años pasados. La madre sólo la observaba con conmoción, como si no pudiera hacer nada para ayudarla. Las dos sentían ese dolor, y yo miraba ese graffiti mientras pensaba en el chico del Café. Ese chico que unas cuadras atrás (3 o 4, darían igual) estaba sólo, mirando el cemento mientras tomaba de su taza. Un chico que hasta quizás sabía del graffiti, al igual que las indefensas mujeres que tenía en la vereda de en frente. Parecía haberse escrito como un libro que guarda una ficción inmortal, que sobrevive a las críticas o que no lo hace pero sigue vigente después de toda muerte, con intransigencia pura. Me veía encerrado entre esas cuatro paredes: el llanto femenino, la angustia del café, la soledad de aquella pictografía moderna y mi eterna pasión por darle un sentido a todo. Ese mensaje encerraba otra información, como en realidad todo lo hace. ¿Quién  habría de “escribir” eso? El chico, la chica, yo, un artista, algún alma. Son respuestas posibles. Claro, todo esta claro; todo se separa para volverse a unir, dando forma a algo nuevo. Esa alma era lo que tenía que resolver. Aquella alma en Paris, Argentina pero en Paris. Todo tiene un sentido, no son cosas que pasan y ya. El chico estaba sin ella, las mujeres extrañaban a su familiar tan lejano y yo estaba entendiendo todo. Las mujeres finalmente encararon en la dirección contraria a la mía (como dirigiéndose al café) mientras leyeron por última vez: “Ella vive".

F.S

miércoles, 16 de febrero de 2011

El Jardín de las Delicias

Miré la casa y entré. Juzgué que me estaría esperando. “¿Hay alguien?” pregunté con voz temblorosa, sin recibir respuesta alguna. Eché un vistazo. Exagerada la cantidad de cuadros y decoraciones, pero hubo un cuadro que más me llamó la atención. Me acerqué a mirarlo como si el que me había estado esperando fuese él. Llegó un momento que lo rozaba con la nariz, me sentía adentro. "Te gustó el cuadro geh", interrumpió una voz que sorprendentemente me transmitió paz. Hieronymus Bosch, el mismo que dibujó El Jardín de las Delicias. Lo siento, no se mucho de arte. No importa, lo que importa es que usted al fin llegó. ¿Dónde? Acá, a mi casa, mi hogar. ¿Por que supone que yo tendría que estar acá? No lo supongo, el destino lo trajo y llegó. ¿Y ahora? No lo sé.

martes, 15 de febrero de 2011

Nube y cielo

Tanto tiempo confundí a la nube con el cielo,
todo el tiempo que dormí, todo el tiempo
Nube, cielo
Cielo, nube y cielo
Nube, cielo,
cielo, nube y yo.
Mientras dormía la nube se iba
a ser parte del cielo de otro que no dormía
Nube, cielo
Cielo, nube y cielo
Nube, cielo,
cielo, nube y yo
Y así vivía
tomando a la nube como el mismo cielo
Hasta que un día se conmovió el trueno
y me despertó antes que cubra la nube al cielo
Trueno!
cielo, nube y cielo,
nube, trueno,
cielo, nube y yo.
Desperté y vi que donde debía estar la nube,
había colores y otro calor,

lunes, 14 de febrero de 2011

Saludo anticipado.

Mañana, o quizá pasado, me voy de viaje. Como es de suponerse, los cotidianos lectores de este blog van a ser testigos de mi ausencia en el mismo. ¿El timepo del viaje? simplemente indefinido, 10, 15, 20, días, no sé.
Sin embargo, puede ser que algún amigo suba algo durante el breve lapso de mi despersonificación con respecto a la Internet.
Ahora sí,
un saludo a todos los lectores.

viernes, 11 de febrero de 2011

Una Esperanza, Una Ilusión.

Me resulta curiosa la errada idea del hombre (parece ajeno) con respecto al ciclo. Uno nace, vive, crece y muere. Sin embargo, y muchos lo saben, no es así. Es decir, uno nace para morir, sea como sea fallece. Es más, "muchos" sostienen que la cura para aquella muerte no se encontrará jamás. Otros afirman que la muerte es esa misma cura, así como el árbol tapa el bosque.

Todo “vive” con la única esperanza real, encontrarse con el “fin” de uno mismo. Es inconciente, pero es un hecho. Esa esperanza que en los momentos apreciados (no más preciados o preciados) parece estar tan lejos aunque realmente nos está poseyendo. Una esperanza que no “queremos” aceptar (suena ajeno) pero que es nuestra compañera atemporal. Esa esperanza que en los momentos odiosos nos recuerda el fulgor de mejores épocas con una tentación instintiva. Ésa es la esperanza real, la que nos hace “vivir” sabiendo que vamos a “morir”, a conocer el “fin”.

lunes, 7 de febrero de 2011

A veces es muy poco.

    Nadia escapaba dentro de sus ojos. Estaba a su lado. Acariciaba a su perro, mientras lo miraba fijamente. Pero él no. Él no la veía; sí la miraba, pero sólo diferenciaba su contorno. Su pelo, únicamente, sobresalía como iluminando un cuadro desgastado. Apenas diferenciaba su remera roja del sillón homocromático. Sin embargo, ella estaba. Tan humana y persona como él; quizá más persona aún, aunque su perfección la alejaba de lo humano.
    Quizo descubrir una mirada en esos indescifrables borrones de la cara de Nadia. Miró a pupi, el perro, callado; tranquilo - de la misma manera en que los animales se comportan antes de un terremoto o alguna catástrofe -. Volvió su mirada a ella. La noche tranquila, se silenciaba dentro del living. Ni el cantar de un grillo, ni los autos que sí pasaron por la calle, se escuchaban.
    Los dos se miraban fijamente. Ninguno soltaba palabra alguna. La lámpara apuntando a ella resaltaba su forma. Él permanecía oscuro. De vez en cuando entraba un viento por la ventana, que corría hasta la cocina. En esos momentos el living cobraba vida; sólo sus cosas, las llaves apoyadas sobre un par de billetes sonaban como campanas. Ellos sostenían sus ojos.
    Nadia era perfecta, él no. Su ex-mujer no vivía, pero hubo de existir. Ella ignoraba su pasado, no le interesaba. Era feliz con él  y seguiría siéndolo. A él le dolía la consciencia. Había querido contarle sobre su esposa varias veces, pero su lenguaje era el silencio.
    No se resistió más. Corrió con el viento, hasta entrar en la cocina. Sin prender la luz, tomó de memoria un cuchillo de uno de los cajones. Lo sintió sucio, pero no le importó. No lo iba a usar para comer. ¿Sería acaso el mismo filo que terminó con la vida de su mujer? (Nadia quedó sola, en silencio, pupi también), supongo que nunca lo pudo saber.

domingo, 6 de febrero de 2011

Ese Espejo

Nuevamente me hallo en él. ¿Cansado? ¿Perdido? ¿Bien? ¿Mal? Luego veremos cómo, pero nuevamente me hallaba en él. Recorro mis rasgos y se encuentran en el mismo lugar. Que desesperante, siempre igual. Muchas veces soñé con ver al espejo y mirar a otra persona. Resulta preciso remarcar que el deseo no es encontrarme conmigo cambiado sino con otra persona. Siempre imaginé que al reflejarme, el “cristal” describía otras cosas, pero sólo lo imaginé. Imaginaba un hombre alto, elegantemente vestido de frac y seguro de sí mismo. Rasgos faciales jóvenes, con ojos brillantes, como si nada le faltara, pero insisto, sólo lo imaginaba. En cambio, lo que descubría en ese espejo era nuevamente yo; yo igual que hace cuatro semanas. Misma ropa, mismos granos, mismos ojos, boca y orejas. El pelo y las uñas igual de largos. Bastante sucio y con expresión de desesperación, otra vez, nuevamente esa palabra. Cambiaba mi cuerpo y ropa en esas 4 semanas pero no le podía escapar, el espejo siempre reflejó lo que había sucedido ese día. 

F.S

jueves, 3 de febrero de 2011

Entre La Espada y la Pared

Sólo debo elegir una entre dos: la espada o la pared. La muerte me aguarda de todos modos, pero no hay otra opción que decidirse. Observar y decidirse. Comparar y escoger. Es lo único que queda.

Una pared áspera y sucia. Una espada filosa y brillante. La pared asiste con su soporte mientras que la espada tan sólo se mueve para lastimar. Una pared que siempre estará en ese lugar, o una espada que huirá en cuestión de segundos. Rasguños en los ladrillos, o sangre en el acero. Sentir con toda la piel a la muerte o que tan solo la sienta el corazón, quizás mi garganta. La inmovilidad o la agilidad. La rusticidad o la destreza.

Siempre gritaré o gritaré. Sólo la muerte me espera. Sé que el verdugo que maneja la espada no me salvará. Sé que esa pared tapa mi escape, y mi única posibilidad. Sin embargo elijo la pared y que ella me ayude. Después de todo, tantas veces me dio soporte, quizás hasta lo haga una vez más.

F.S

Muy lejos.

Día 1
   
Simplemente debo anotarlo en algún lado.

Inalcanzable. En un pie al diablo, en el otro a mi Dios. Nada le interesa. Egoísmo encantador. Deja de lado al mundo y cada segundo parece no agotarse. Me vislumbró. Me penetró la luz que la rodeaba. Alba en sus ojos, excelencia en su cuerpo y poseedora de una atracción hipnótica, pero rotundamente inalcanzable. Sólo pensar en su pelo me hace pensar en su totalidad tan perfectamente seductora. Fatalmente inalcanzable.


martes, 1 de febrero de 2011

Entre mates y otros mails.

El otro día me llegó un mail, sí de esos encadenados presos de los fieles al "REENVIAR". Decidí no leerlo.
Pasó el día, se hizo de noche y nuevamente se prendió el sol. Con más ánimo que el día anterior, me dispuse a leer los mails. Nada nuevo, salvo alguno de esos que siempre llegan con letras mayúsculas y anunciandote que ganaste algún auto, departamento, viaje, perro, zapatilla, cámara digital, etc.
Como dije, estaba con un humor superador al del día en que me llegó ese mail del que primeramente hablé. Por eso fue que decidí abrirlo, era de un ex-profesor de guitarra con quien me llevaba muy bien y nos seguimos hablando por msn. Además el título me llamaba: "FW: Un mate y un amor... de Lalo Mir ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ BUENISIMO !!!!!!!!!!‏", no tanto por el amor, sino más por el mate.
Antes de las clases, mi profesor  me mandaba un mensaje diciendo que estaba por llegar, y casi siempre me pedía que le fuera preparando unos mates -si no me lo pedía igual los preparaba-.
Me pareció bastante interesante, no fue nada de otro mundo, pero pude pescar un par de renglones que me gustaron, a continuación los pescados:


-El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
-Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos.
No es casualidad. No es porque sí.
El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma.

lunes, 31 de enero de 2011

viernes, 28 de enero de 2011

Termo metálico.


Otra vez se llena el cilindro
de acero inoxidable.
Casi automáticamente
prendo la lámpara del escritorio
y cebo un mate.
Algo de música (nada con letra),
y otra vez los autos por la calle
callan mis propias voces - con bocinas -

Un perro ladra a la ventana,
el dueño protesta sueño
con un bostezo.
El perro ladra ahora a un árbol,
y el hombre se desvela
al tirar de la correa.
La calle se termina para
estos personajes.
Un perro y un hombre
se perdieron en la
oscuridad de la esquina.         Se oye un último ladrido
                                             - no se distingue a qué ladra -
termo

martes, 25 de enero de 2011

Perderse en el tiempo

Quería correr al tiempo, pero alguien
me había puesto los pies alrevés.
Quería vivir sin tiempo, y desaparecí,
y aparecí recién ayer,
pero hoy.

Mañana espero no leer esto,
hoy espero no haberlo escrito.
Para qué reflejarse en lo muerto
si la muerte no me llegó.

Recuerdo cuando vivía en lo vivo,
ahora vivo en recuerdos muertos
como si renacer fuera posible.

Si no siento lo que siento
exactamente ahora,
ojalá hoy sea mañana.

viernes, 21 de enero de 2011

Carta a una señorita en París. (Julio Cortázar) - fragmento

(...)Cuando siento que voy a vomitar un conejito me pongo dos dedos en la boca como una pinza abierta, y espero a sentir en la garganta la pelusa tibia que sube como una efervescencia de sal de frutas. Todo es veloz e higiénico, transcurre en un brevísimo instante. Saco los dedos de la boca, y en ellos traigo sujeto por las orejas a un conejito blanco. El conejito parece contento, es un conejito normal y perfecto, sólo que muy pequeño, pequeño como un conejito de chocolate pero blanco y enteramente un conejito. Me lo pongo en la palma de la mano, le alzo la pelusa con una caricia de los dedos, el conejito parece satisfecho de haber nacido y bulle y pega el hocico contra mi piel, moviéndolo con esa trituración silenciosa y cosquilleante del hocico de un conejo contra la piel de una mano.(...)

miércoles, 19 de enero de 2011

Cuando sea viejo no voy a querer que me den el asiento en el colectivo.

Hace mas o menos una semana volví a Buenos Aires con un brazo roto. En realidad no es nada, pero tengo que estar con eso que te lo sostiene (cabestrillo) durante un mes. Además, lo tengo puesto, pero no lo uso, es decir, lo dejo al costado y sigo tocando la guitarra o escribiendo en el blog.

Bueno el tema es que ayer tenía que ir a lo de un amigo, por lo que me tomé el colectivo. Al subir era todo normal: saludo al chofer, "uno veinte, por favor", y camino para el fondo. Cuando estaba ya a la altura de las puertas del medio, se asoma una cabeza desde el fondo con un grito, como llamándome.
Al principio miré para ver si era alguien conocido, pero no. Era una mujer de unos 50 años que se asomaba su mirada fijamente hacia mí. Intento descubrir si esos ojos eran dirigidos a otra persona, mirando alrededor mío, por si alguien le contestaba; pero, otra vez, no. Ahora era verdad, esa mujer trataba de comunicarse con migo. Volteo a observarla de nuevo. 
Descubro entonces que con las contorsiones, que en ese momento dibujaba la mujer mayor, deseaba "regalarme" su asiento. Desentendido, yo, desde la otra mitad del transporte le respondo que no lo quería. Estaba desconcertado: ¿por qué una mujer de su edad se había tomado la molestia de ofrecer su asiento?, ¿por qué a mí, un joven acostumbrado a viajar parado o sentado en la barra para discapacitados?. No lo entendía.
Pasado el momento incómodo, giro para agarrarme del caño (ya que iba parado). Entonces como por magia, se me revela la respuesta. Tenía el brazo colgando de un cabestrillo. Acostumbrado a mi padecer ni cuenta me había dado de que podía ser razón de viajar sentado en un transporte público. Sin embargo, no quería sentarme, mi problema no lo ameritaba, ya ni sentía dolor y podía mover mi brazo perfectamente; sólo no podía agarrarme de los caños con esa mano, pero tenía la otra por lo que no me molestaba.
Después de un tiempo, otra señora (un poco más joven que la otra, pero por lo menos diez años mayor que yo) me dice: "allá tenés un lugar vacío" - mientras señalaba un asiento en la primer fila -. También le digo que no lo necesito, le doy las gracias y continúo parado.
Al fin me bajo y voy a lo de mi amigo.
Pero la historia no terminaba. Tomé el mismo colectivo para volver a mi casa, ya un poco más de noche y el colectivo más lleno.Para acortarla, dos hombres también me pidieron que me siente en sus lugares durante el viaje. A ambos le respondí con una negación.

Ahora, no sé por qué, pero realmente me incomodó que me hallan ofrecido los asientos. Quizá porque eran personas mayores. Tal vez la idea de que sean mujeres quienes cedieran su comodidad por mí, aunque dos fueron varones. Por ahí no me gustaba hacer para a alguien sabiendo que yo no tenía inconvenientes para viajar parado.
Aún no encuentro la respuesta. Lo único que descubrí es que cuando sea viejo no voy a querer que me den el asiento, me va a incomodar, me voy a sentir molesto. Aunque voy a seguir ofreciendo el mío cuando viaje.

martes, 18 de enero de 2011

sábado, 15 de enero de 2011

Como el sobreviviente que vuelve de la guerra.

Ayer volví a Buenos Aires. Aunque estuve un poco desconectado de las noticias, una de mis hermanas pudo avisarme de la muerte de la cantautora, crítica política, escritora, y todos los roles que haya podido cumplir para/con los argentinos, la siempre recordada María Elena Walsh.
Sin embargo, no me creo capaz de escribirle un pésame, ni nada, ésto es más como una despedida pública. Y qué mejor para un adiós, que sus propias palabras (que, en mi opinión, muestran su dedicación, así como su amor, por la música y sus letras): “la poesía, como género, es algo que se ejerce en total libertad. De ideas, de forma, de sensaciones, de hermetismo. En cambio, una canción tiene que ser más sencilla, más directa. Por eso digo que me pareció maravilloso llevar ese oficio a la canción, un género menos complicado en cuanto a su carga de profundidad". (http://www.abc.com.py/nota/maria-elena-walsh-la-partida-de-manuelita/)

lunes, 3 de enero de 2011

Año nuevo, blog nuevo.

Hoy empecé un nuevo blog. La verdad no sé por qué lo hice, es más, tenía tan pocas ganas de empezar uno desde cero que copié el que tenía antes (quevengaloquehasido.blogspot.com).
Espero que este sea más popular que el otro... (sé que nada más lo va a ver alguna de mis hermana y, quizá, mi tía).
Bueno lo importante (o no tanto) es que tengo un nuevo blog, que nadie lo va a leer, pero por lo menos me saco las ganas que tenía de escribir uno.
Acá voy a subir cosas que escriba , aunque no sean dignas de entrar en sus ojos, porque me entretiene un poco tener algo de qué preocuparme. También algún pensamiento ilógico que se me ocurra (o robe, siempre avisando que así fue hecho), o cualquier cosa que quiera comentar.

Un pensamiento aislado que ayuda a graficar el por qué de este insignificante lugar de opniniones:

Algo cómodo.

No hay nada
como el sentimiento de poder escribir
cuando se tienen ganas.


Ahora ya no tengo más ganas de escribir, asique me desvanesco en este saludo.

"Todo lo sólido se desvanece en el aire" (robado)

Algo moderno.

Se termina el agua
frente al frío
de un monitor
caliente
      de usarse.
Suena el teclado
como una conversación
de messenger.
Por lo bajo,
y abajo,
mi vieja hablando
por alguno
de sus teléfonos (qué moderna).
Cuando mi hermana
salga del baño
dejo de escribir
- se termina el agua -