sábado, 31 de marzo de 2012

Algo Diferente

Hoy estaba pensando y entonces me prendí un pucho y bueno, así es como uno se olvida que estaba pensando porque pensar y fumar al mismo tiempo es demasiado. El tema es que me olvidé de todo y me puse a ver una peli medio rara en la que nadie fumaba, ni uno eh. Eso me dio unas terribles ganas de fumarme un pucho (como para compensar), me lo prendí y me olvidé de la película y de que estaba pensando y de todo. Me empecé a aburrir y descubrí una mancha en la pared que tenía una forma muy rara. Después de un ratito (lo que dura una pitada) me di cuenta que la mancha de humedad tenía forma alargada y no quedó otra que prenderme uno más y fumar y volver a olvidarme pensar, de la peli y de la mancha. Pensé (me arriesgué porque fumar y pensar es mucho) en que lo único que hacía era fumar y me dije a mi mismo: "No queda otra que seguir con la racha" y prendí uno más, creo que para olvidarme de pensar, de la película, de la mancha y del humo del día. Me senté a ver el atardecer y el sol bajaba muy rápido como los puchos del paquete. Entonces empezaba a enfriarse todo y la relación fue que el sol y que el fuego y que encendedor, y que bueno, otro pucho y a olvidarme de pensar, ver películas, manchas de humedad, el humo y el atardecer del día. Me puse a escribir esto para que alguien sepa de mi costumbre y lo mejor para escribir es fumar, cuestión que agarré otro y ahora escribo esto con 6 puchos en la boca y chau, me fui a buscar uno más para olvidarme de pensar, del actor que no fuma, de la mancha de la pared, del humo gris, del día con su sol, de escribir y de la vida.

Descansar

Lo pensé recién, fue como un instante, un momento. Pasa algo, quedándose quieto. Todo está moviéndose, siempre está moviéndose todo. Es que es tan relativo. Pensar que nos movemos a la misma velocidad que todo y por eso es que no percibimos el cambio de velocidad, y entonces hace falta simplemente "trasladarse", es decir, "quedarse quieto" en otro lugar para quedarse quieto en otro diferente. Recién entonces veremos como las cosas se mueven, por contra-ejemplo a nuestra quietud. El umbral que separa la visión perfecta de la común es simplemente el cerebro. Si nos quedamos quietos (esto es lo que comúnmente llamamos "movernos" pero lo común no es verdad) vemos como en realidad lo que se mueve es todo lo otro mientras nosotros permanecemos. Todo cambia, nosotros permanecemos. Como se mueve entonces la calle y nosotros tan quietos y ese tacho de basura se mueve y nosotros tan quietos que da miedo y uno muchas veces llora y entonces ve a las gotas de sus ojos permanecer quietas y da miedo. Entonces vemos como todo lo que se movía y no veíamos moverse porque nosotros participábamos de ese movimiento, cambia debido a que nosotros frenamos, y frenar da miedo, no es seguir adelante ni mirar atrás y da miedo, el futuro y pasado, el presente-miedo. No avanzar, estancarse, ver el movimiento como es, cruzar el umbral hacia la vista perfecta... Frenamos y lo demás sigue moviéndose  y todo se mueve aunque no parezca y vos también te estás moviendo y tus ojos se mueven y leen esto y chau, que descansen, que frenen... punto final

miércoles, 28 de marzo de 2012

Nuestra Magia

Que la magia existe y que es eso en las estrellas que nos saludan, que es hablarle a la luna y es su respuesta, que es la música o eso en tus ojos que saludan, que simplemente es. La magia en la que todos esperan que aparezca algo y realmente aparece y todos nos impresionamos aunque sepamos que es una ilusión, que es la vida, y aplaudir hasta que se pongan rojas las manos (y aplaudir también es magia después de todo). La vida es esa galera vacía y negra de la que después sale, de repente, un conejo y entonces la galera no le importa más a nadie y el conejo y amor, y todos que esperan que aparezca y aparece, al menos que vivas mal la vida y salga mal el truco y entonces es todo desilusión y caer. Te quise tanto y desapareciste, pero sé que es una ilusión y que estás, escondida, pero estás y vas a aparecer, quizás. La ilusión y la vida y apareció un conejo y aplaudo y aplaudo porque la magia sucedió y la magia es eso que tanto quiero y el conejo y aplaudo hasta que se pongan rojas las manos. Y desapareció pero volverá a aparecer (y ni lo pienso aunque lo escriba porque no importa quizás) y el conejo está y la galera ya no importa porque todos aplauden y por el conejo que es conejo y la magia salió bien, oh y que bien salió que ahora nos saludan las estrellas, nos responde la luna y la música suena tan bien en tus ojos, conejito mío, conejo...

lunes, 26 de marzo de 2012

Circe

Pasan cosas nuevas y veo a una persona que llora pero tengo que seguir, seguir de a dos, caminar, caminar de a dos, respirar, respirar de a dos, aire, aire de a dos. Y se escribe nuevamente del suicidio y vos lo sabés más que nadie. Hacés mal pero hace tan bien que hagas mal. Veo que una persona reza. Plantas, árbol, ciprés y caminos por andar. Si supieras lo mal que haces pero lo bien que hace tu mal, si tan sólo lo supieras plantita, arbolito, ciprés. Una persona mira al cielo. Descubro que pasan cosas nuevas y pasa el amor y pasa la vida y el tiempo que es vida. Un hombre mira al piso. Quizá no entienda nada, quizá lo entienda todo pero es que son todas palabras y palabras, y frases y párrafos y punto seguido. Descubro que pasa el amor escribí; porque el amor es esa niña que corre en la plaza (creo que ya lo dije alguna vez), es la deseosa Circe (la traición es la muerte) o esas sirenas tan griegas, es esa luz que muestra lo que sólo queremos ver porque la oscuridad no importa (y si la luz se va sólo queda eso que no importa y nos empieza a importar tanto y es tan triste y depresivo), es un ancho de espada que puede terminar clavándose en algún lado, es esa ventana que hay que abrir, es ese viento que entra por la ventana que abrimos (porque la ventana la tenemos que abrir cuando uno muere de calor y soledad) y nos revuelca los papeles y entonces lo que pensamos es todo un desorden (¿se piensa?) y estamos tan felices con esa frescura y nada importa tanto como esa luz y alguna persona que rece, que llore, que mire al piso, que árbol y planta y ciprés. Vuelvo a escribir del suicidio y vos lo sabés más que nadie porque lo que murió es algo profundo en esa amistad de dos. Una persona ríe. Murió de tu parte porque la otra sigue intacta y no me animo a decir que es mi parte la que está intacta pero sin embargo lo digo. Pasan cosas nuevas, pero tengo que seguir y seguir de a dos. Y entonces no entendemos nada porque la luz ilumina sólo lo que más queremos ver, tenemos sólo una frescura y nada se piensa, tenemos esa jarra de arena que tanto deseamos aunque estemos en un desierto, todo eso y mucho más y mucho planta, árbol ciprés. Pero cuando todo parece estar separado entonces uno entiende que llora un hombre porque se haya muerto algo en la profundidad de alguna amistad de algúna de las estrellas que esa persona busca mirando al cielo porque no quiere mirar al piso para quedar como esa persona que sólo imitaba a alguien que reía al ver que sus pies no pisaban las líneas de las baldosas y entonces otra persona reza por todos ellos y por la planta, árbol, ciprés que no son más que lo mismo y todo es un camino por andar, es la vida y es el amor, ese viento y este punto final.

viernes, 23 de marzo de 2012

Caminando

La calle me sonríe como ese viejo que mira un par de perros salir de un departamento que adivino estaba oscuro y vacío de vida. ¿Qué haces caminando por la calle S? Mi departamento también estaría vacío y afuera el aire fresco me haría sentir tan vivo cuando me pensaba tan muerto. Estaba tirado en la cama pensando en nada que es lo mismo que pensar en todo y entonces salí. Salí a caminar por la calle, por la plaza, por la vida, y pensar (siempre pensar S). Todo es normal y eso es lo que no me gusta. La gente es feliz y es triste y parece tan normal todo. Sería normal que me salude una persona que conozco pero no me saludaron esta vez (S, no te saludaron y no estamos tristes). Sería demasiado normal que el amor de tu vida sea esa persona que acabo de chocar (si, la chochamos S, no nos dimos cuenta y la chocamos) que ayudé a levantar mientras le pedía disculpas sinceras (y si que lo eran) y ella sólo tuvo el valor de despedirse con un insulto fuerte pero bajo de voz entre sus labios. Quizás el amor de mi vida sea esa que me preguntó la hora en la parada del colectivo porque estaría apurada. Puede ser normal si es una persona que esta pensando en mi, en el amor de su vida (pensando en nosotros S) al igual que yo (igual que nosotros S) pero en Rusia, con su idioma que no entiendo y sería tan normal todo. Y es normal que todo sea tan anormal y sin embargo el recorrido del 58 es tan diferente del del 60 y sigue siendo tan normal. Que jeans, que camisa o remera, que alpargatas, ojotas o zapatillas, que corbata, que dos ojos y una boca y que nunca una túnica, una barba de más de 30 centímetros o nunca una persona más normal que las normales. Quizás el amor de la vida no sea algo normal y entonces nada sea normal y yo sigo pensando pero caminar y pensar, mucho para hacer al mismo tiempo S, tenemos que parar, tengo que parar. Lamentar y vivir, mucho para hacer al mismo tiempo S. Escucho música aunque no suene porque la tarareo en mi mente, pero de nuevo, escuchar música no es más que pensar, y en este momento, pensar no es más que escribir, y escribir del amor y escribir de la normalidad y escribir de S. S, inicial, letra de la palabra “sobrar”, de la palabra “sentir” y sentirse de sobra. Sentirse solo en la misma soledad que sacude al ser y lo obliga a sentirse mal. No podemos no sentir S, sentir nada es un sentimiento después de todo; no podemos evitarlo. No se puede evitar pensar y escribir, escuchar música y pensar y escribir, no lo podemos evitar S. Ya estoy por llegar a casa y me voy a olvidar del amor de mi vida, de toda la normalidad que quisiera anormal, de la parada del colectivo, la gente que choqué mientras pensaba distraído, de la calle y el viejo sonriente y de esto que escribo. Me voy a olvidar y nadie lo va a leer, quizás dos o tres “Me Gusta” en facebook si lo recuerdo y lo escribo (y todo de vuelta), un comentario de algún buen amigo y a olvidar, siempre olvidar S, soledad, sobrar, sentir, olvidar.

jueves, 15 de marzo de 2012

Carta de un Loco Consciente

Querida y confundida persona a la que escribo:

            Caballo del aire, Pegazo; luz y oscuridad, encandilamiento; prolongación de otra prolongación, eternidad de años; conciente y subconsciente; pensamiento de Dios que vive lejos y cerca; realidad alternativa de mi persona; Entre Ríos y Callao; vida y muerte; lágrima y moco, continuación; escritor y lector ¿Qué es lo que te pasa? ¿En qué estás pensando Yo? ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza que no te deja hacer nada? Pero no digas nada, Yo, porque se muy bien lo que pasa. Extrañás a tanta gente gracias a ella, esa máquina que absorbe y no libera, esa tan llena de letras vacías de sentimientos, hambrienta de miradas. Y es que ahora hablar significa tan poco como escribir letras consecutivas en ella y no ver ojos, no sentir el tacto, no sentir una presencia que quizás esté pero quizás es siempre un quizás y te maneja inundado en inseguridades de marea alta; no sentir nunca sus olores, porque ahora eso es hablar, es no sonreír, es no nada, no todo. Negación fatal.

            Te veo buscar en las estrellas algo que no podés ver en sus ojos. Buscás en el cielo lo que en la tierra no encontrás. Es que estás tan perdido Yo. Tu mirada está tan perdida. Tu vida tan encontrada sin embargo, pero no lo sabés Yo, nunca lo sabés. Pero, se que no te conformás con poco, que siempre querés más, que siempre querés todo Yo y te tengo tanta lástima como me la tengo a mi, pero es tan buena esa lástima Yo. Es que somos tan parecidos después de todo. Yo también lloro esa pérdida inútil de tacto, de conformismo barato por una maquinaria en género de mujer, débil pero poderosa mujer, que con una sonrisa lo logra todo y el mundo se vence a sus pies. Y llorar es escribir, es que somos poetas hermano, somos eso y más, conciencia. Por eso me gusta tanto llorar y por eso te gusta tanto llorar. Vos tan juego, tan todo, tan yo, Yo.

            Esta carta quedara en tu memoria Yo, y en la mía, porque no somos más que una continuación, una prolongación y por lo tanto lo mismo. Sólo queda guardar la carta para un final feliz, recordar lo que yo pienso y lo que pensás, Yo. Quizás dejar que alguien más lea esta carta y se ría de la locura, se ría de nuestra locura Yo, de mi locura y de la tuya que es la misma. Imagínatelos, leyendo nuestra carta, mi carta y la tuya, y riéndose de palabras tan vacías de sentimientos, pero que expresan tanto sin quererlo (y "te quiero" significa tanto y lo digo poco seguido, dos o tres personas nada más, que capricho). Riendo porque creen que estás loco y por lo tanto yo también lo estoy, y yo y Yo y vos y vos riendo porque nos dicen locos, tan alegres que vamos a reír hasta llorar y encontrar en sus ojos lo que buscamos en las estrellas, que son lágrimas y en la tierra una simple sonrisa de felicidad, de presencia, todo causado por esas palabras tan vacías como la cordura. Y adiós Yo, ya nos veremos, es que estamos tan cerca que somos el mismo, yo soy Yo.

                                   Yo


PD: Yo, aunque ya lo sepas porque vos escribiste esta carta, quería avisarte que fue escrita de lo que llaman “un tirón” sin correcciones posteriores, disculpe entonces las faltas de ortografía, gramaticales y sintácticas. A pesar de los errores, la no corrección le da un tinte psicoanalítico que quizás sirva en años y para los que nos llaman loco.

lunes, 12 de marzo de 2012

Hermano, Hermana

La veo llorando y vos no la viste pero ahora la ves. Dolor. ¿Cómo serás ahora que no estás más? Y ese capricho que te llevó a estar tan lejos. Sabes que te extraña y que te quiere pero no estás más. Se ríe y piensa en vos aunque no lo piense porque siempre estás. ¿Quién te sacó del camino, hermano que no es? Alma que deambula en las sonrisas, caballo de lágrimas llenas de cristales, magia que desaparece sin desaparecer, jugador de escondida virtuoso. No te conocí, hermano, y no te conocí pero te quiero. Sos el que nació y no creció, y ese capricho que te llevó a estar tan lejos. Todo me pudo haber pasado a mi, pero capricho, pero azar, pero suerte, mala suerte. No te veo y no te siento, pero se que me gustaría hermano y si no lloro es porque a veces hace mal y porque existe la esperanza. Existe la esperanza hermano, quizás estés en algún otro cuerpo y por eso es que te quiero tanto, azar, suerte, buena suerte. Sé bien que estás ahí y te veo y te siento y te lloro y te río y más de lo que imaginás querida alma en cuerpo de mujer. Sos el hermano que no es y te quiero tanto, y la veo llorando a tu mamá que ahora no es tu mamá, a mi mamá, y vos seguís sin verla pero algún día la verás porque estas tan cerca nuestro que lo se. Querida amiga, querido hermano, son lo mismo. Uno murió tanto tiempo atrás que no lo vi crecer y ese capricho, ese azar, esa suerte buena me dio la chance de verla crecer en otro cuerpo, en el tuyo de mujer querida amiga, y no te asustes porque nos hace mal, alma que deambula en las sonrisas, caballo de lágrimas llenas de cristales, magia que aparece y aparece, jugadora de la vida virtuosa.

viernes, 9 de marzo de 2012

Llorar calor

Me pasa algo raro y es que extraño tanto el poder extrañarte. Extraño el llorar con lágrimas empapadas en vos, llenas de vos. Te veo y jugás, te veo y jugás todo el tiempo. Y te veo y la niña, OH esa niña. Y me pongo a pensar y me río, y si me río pienso en pensar. Porque todo es tan confuso ahora y me confunde la idea de confundirme cada vez más y ahogarme en un pozo de confusiones del que no se pueda salir. Porque lloraría si pudiera llorar y entonces quiero llorar más y más y para siempre. Y ahora cantás y estas tan lejos que estás en mi, que estoy tan lejos de mi. El centro gira y todos somos la periferia que nadie quiere ver, que da pena y da lástima y que más da. Es que el celeste para mi son las nubes y es un día tan soleado para los demás. Ese sol que no calienta como todos sino que calienta como ese sol de hoy. Por eso ayer hacía tanto frío y hoy todavía más y la vida termina siendo un frío constante, y OH, las lágrimas frías empapadas en vos. Es que hay tanta gente que quiero ver y tanta gente sos vos también. Entonces sólo miro al cielo, ese lleno de soles y tan blanco y pálido, ese que dicen algunos, nos refugiará. Sigo soñando porque no hay mejor que soñar. Soñar que no extraño el poder extrañarte, soñando que te veo y jugás todo el tiempo, como una niñita que ríe y es feliz.

El cielo, el Paraíso y el Ángel

Me pongo a pensar en que la profundidad empieza con una superficie. Y también me pongo a pensar que la superficie es lo que detestan los que supuestamente son más profundos. Pienso en el color del cielo comparándolo con el color de algunos ojos y pienso en los ángeles inmediatamente. Y pienso en esos escritores que hablan de sueños. La vieja de la plaza que estaba sentada en el banco con su radio en la mano oyendo noticias que a nadie le importaban. Lloraba pero no por la noticia sino porque a nadie le importaba nada a nadie le importaba todo. Todos caminaban y caminaban y nadie miraba a nadie ya. Pero yo me ponía a pensar. Esos ojos azules, cuantas lágrimas lloraron dejando fría a su cara como la muerte y es que quizás estaba muerta y viva. ¿No las habría gastado todas a esa edad? Y esos ojos y el cielo. Y el cielo y esos ojos. Y pensar en que el cielo no existe. Quizás es simplemente el paraíso, pero el cielo no existe. Un lugar físico… ¿Cómo pensarlo? ¿Cómo andarlo si después seríamos sólo alma? Sólo alma pero no solas. Iríamos de aquí para allá y aquí y allá no son lugares. Haríamos lo que más nos gusta pero sin hacerlo sino con el simple sentir de la satisfacción que eso nos producía. Y escritores que hablan de sueños, que hablan de que son proyecciones de algo que va a pasar. Que el alma se separa y visita el paraíso cuando el cuerpo duerme. Y no se si será real o sólo buscan la eternidad escrita en frases, pero algo tiene que haber allá, por lo menos para ella que no lloraba pero estaba triste porque nada era igual. Algo tenía que haber después de todo. El final es siempre un comienzo, no podría no haber comienzo. Caprichosa la muerte, caprichosa y tan azarosa que no es al azar. El paraíso y el banco tienen tanto en común; la superficie y lo profundo tienen tanto en común; esos ojos, el cielo, ese paraíso y ese ángel. Lloraría para que exista ese paraíso pero es en vano llorar. Reiría para que el paraíso sea realidad y entonces lo es. Y el paraíso es real porque entonces me doy cuenta que la vieja está triste pero no llora en su banco de la plaza angelical porque es en vano llorar; me doy cuenta que siempre va a haber algo más allá; me doy cuenta que siempre hay más profundo en la superficialidad y la superficie es la vida… Y no siempre es en vano llorar. Chau ángel de la plaza, gracias y chau.

viernes, 2 de marzo de 2012

Mirala Bien

¿No es igual a ella? Igual a esa chiquita que corretea en la plaza ahora, tan inquieta que inquieta. Esa chiquita con una trenzita en un costado y con una trenzita en el otro costado de su cabeza. Mirala bien, es igual. Llora y ríe. Juega porque quiere jugar y no piensa si esta bien o mal porque simplemente no piensa y no piensa. No quiere pensar, la vida es más fácil en su alma de niñita que tan cambiante es su humor que con un solo caramelo se contenta después de haber llorado hasta inundar sus cachetes tan rosa como el amor. Libertad. Se mueve y sólo quiere jugar, sólo es un juego y es no pensar, es un juego y es sentir, es un juego y es mucho más que un juego para jugar. Mira con ojos que el mundo no conoce porque sabe más que todos. La chiquita inspira ternura pero también cansancio e inspira canciones o escritos como este pero también agitación. Mirala bien, sólo eso es lo que te pido, que la mires bien. Cómo corre, cómo rie, cómo llora, cómo come, cómo es alma, cómo plaza verde, cómo sentimiento, cómo amor. Mirala, no desperdicies este momento, es tan amor que el amor parece ser ella y nada ni nadie más. No dejes escapar este momento, esta revelación. Mirala, no desperdicies el momento, que puede crecer y puede morir y entonces dejar de ser amor para ser nada o algo; como el amor que muere o se va porque se puede ir dejándolo a uno con la nostalgia de lo que fue esa edad, esa plaza, ese juego, ese amor.  Es igual al amor la chiquita con trenzitas que corretea en la plaza tan inquieta que inquieta, como el amor. ¿No es igual a ella el amor? Quizás nunca crecerá ni morirá o quizás lo haga cuando no estemos más.

Los Caramelos

Eligen el amor como un chico elige caramelos en un kiosco. Te juro, los he visto. Los miran a todos. Comparan precios, gustos, marcas, pero sobre todo analizan la altura a la que los mismos se encuentran. Entonces se dan cuenta que el mejor está inalcanzable, pero que otros también les son placenteros al paladar. Entonces, por accesibilidad eligen, pero sobre todo, eligen por timidez. Eligen por la timidez de pedir que les alcancen los que más alto se encuentran, los caramelos que verdaderamente aman. Los de menta comerá Martín esta vez, ácidos y frescos como el humor y la personalidad de ella. 

A una amiga

Y cómo fue que se fue pero sin decidir volver. Es que sinceramente te extraño y hay tantas cosas que quiero decirte. Escribo y tapo la hoja si alguien se acerca porque la vergüenza me avergüenza. Leo libros y tu alma tan parecida a la de La Maga. Una libertad que no vuela porque no tiene alas y por eso es diferente al de todas las almas. Y es que hay tantas cosas que quiero decirte y no te tapas los oídos para no escucharme ya que no hace falta porque no estás más. Es que tu ida es como la muerte para mi, una muerte viva. Porque te fuiste y no volviste, nadie sabe por qué, por que te amé. Porque te fuiste y no volviste pero se que te voy a ver, te voy a encontrar y no va a ser un reencuentro porque entonces vamos a ser tan diferentes. Es la muerte en la que nos explicaban que todos nos vamos a juntar de nuevo y vamos a entender todo, y quizás con otra vida en tus hombros te vea y sé que te voy a reconocer y me vas a reconocer. Entonces la vida va a ser muy grande como para sacársela de los hombros y que los mismos no duelan, quizás vaya a ser mejor no sentir ese esfuerzo doloroso, dulce dolor pero dolor en fin. Porque es muerte, porque voy a verte de vuelta y vamos a reconocernos y vamos a conocernos de nuevo y quizás hasta me enamore y juegue con mis pensamientos y vuelvas a influenciar alguna carta o algún simple delirio en mi cabeza. Y quiero decirte cosas que no hago más que escribir porque no escuchás, porque no estas, porque elegís no estar. El agradecimiento es esencial aunque algo haya salido mal. Sé que tu libertad es ingenua como tus pensamientos del mundo, sé que en tus problemas siempre va a haber solución (es que siempre la hay) y que yo puedo ayudar. Sé que te fuiste y que te perdés en la vida y te reís y que lloras y te golpean y llorás y te reís si querés reír. Sé que sos valiente y te lo dije, y no se que más sos ni que más te dije, pero se que te tengo que decir que te amo. Pero es amor diferente, no tengas miedo como lo tenés tan seguido, es amor de hermano. Es que crecí y aprendí con el tiempo y con la mirada lejana que toda la cosa es más grande y tiene más aspectos (y algo de eso me enseñaste sin saberlo). Quiero amarte como amo a la hermana. Recorrer lugares tan grandes y conocer experiencias tan nuevas con vos, pero cuidarte y jugar, cuidarte y no llorar, cuidarte y ser tu apoyo, cuidarte y nada más que cuidar. Mi forma de querer ahora es diferente hermana mía. Vos sos ella, mi hermana que no es mi hermana y que tampoco está porque elegiste no estar y se que nos vamos a encontrar, como todo se encuentra en algún final y entonces decirte todo lo que quiero decirte y no llorar, y cuidarte.