viernes, 9 de marzo de 2012

Llorar calor

Me pasa algo raro y es que extraño tanto el poder extrañarte. Extraño el llorar con lágrimas empapadas en vos, llenas de vos. Te veo y jugás, te veo y jugás todo el tiempo. Y te veo y la niña, OH esa niña. Y me pongo a pensar y me río, y si me río pienso en pensar. Porque todo es tan confuso ahora y me confunde la idea de confundirme cada vez más y ahogarme en un pozo de confusiones del que no se pueda salir. Porque lloraría si pudiera llorar y entonces quiero llorar más y más y para siempre. Y ahora cantás y estas tan lejos que estás en mi, que estoy tan lejos de mi. El centro gira y todos somos la periferia que nadie quiere ver, que da pena y da lástima y que más da. Es que el celeste para mi son las nubes y es un día tan soleado para los demás. Ese sol que no calienta como todos sino que calienta como ese sol de hoy. Por eso ayer hacía tanto frío y hoy todavía más y la vida termina siendo un frío constante, y OH, las lágrimas frías empapadas en vos. Es que hay tanta gente que quiero ver y tanta gente sos vos también. Entonces sólo miro al cielo, ese lleno de soles y tan blanco y pálido, ese que dicen algunos, nos refugiará. Sigo soñando porque no hay mejor que soñar. Soñar que no extraño el poder extrañarte, soñando que te veo y jugás todo el tiempo, como una niñita que ríe y es feliz.

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