lunes, 28 de febrero de 2011

Graffiti


Resulta que caminaba por la calle y vi un graffiti. Ese “arte urbano” (discriminación sin sentido) que dibuja las letras con excelente caligrafía. Lo cierto es que el mensaje que transmitía era muy atrapante y extraño (por el entorno más que nada). Pero, ¿Qué significaría?... ¿Qué significaría que esa chica estuviera llorando? Las lágrimas recorrían sus mejillas de corta edad, como recordando el camino de los años pasados. La madre sólo la observaba con conmoción, como si no pudiera hacer nada para ayudarla. Las dos sentían ese dolor, y yo miraba ese graffiti mientras pensaba en el chico del Café. Ese chico que unas cuadras atrás (3 o 4, darían igual) estaba sólo, mirando el cemento mientras tomaba de su taza. Un chico que hasta quizás sabía del graffiti, al igual que las indefensas mujeres que tenía en la vereda de en frente. Parecía haberse escrito como un libro que guarda una ficción inmortal, que sobrevive a las críticas o que no lo hace pero sigue vigente después de toda muerte, con intransigencia pura. Me veía encerrado entre esas cuatro paredes: el llanto femenino, la angustia del café, la soledad de aquella pictografía moderna y mi eterna pasión por darle un sentido a todo. Ese mensaje encerraba otra información, como en realidad todo lo hace. ¿Quién  habría de “escribir” eso? El chico, la chica, yo, un artista, algún alma. Son respuestas posibles. Claro, todo esta claro; todo se separa para volverse a unir, dando forma a algo nuevo. Esa alma era lo que tenía que resolver. Aquella alma en Paris, Argentina pero en Paris. Todo tiene un sentido, no son cosas que pasan y ya. El chico estaba sin ella, las mujeres extrañaban a su familiar tan lejano y yo estaba entendiendo todo. Las mujeres finalmente encararon en la dirección contraria a la mía (como dirigiéndose al café) mientras leyeron por última vez: “Ella vive".

F.S

miércoles, 16 de febrero de 2011

El Jardín de las Delicias

Miré la casa y entré. Juzgué que me estaría esperando. “¿Hay alguien?” pregunté con voz temblorosa, sin recibir respuesta alguna. Eché un vistazo. Exagerada la cantidad de cuadros y decoraciones, pero hubo un cuadro que más me llamó la atención. Me acerqué a mirarlo como si el que me había estado esperando fuese él. Llegó un momento que lo rozaba con la nariz, me sentía adentro. "Te gustó el cuadro geh", interrumpió una voz que sorprendentemente me transmitió paz. Hieronymus Bosch, el mismo que dibujó El Jardín de las Delicias. Lo siento, no se mucho de arte. No importa, lo que importa es que usted al fin llegó. ¿Dónde? Acá, a mi casa, mi hogar. ¿Por que supone que yo tendría que estar acá? No lo supongo, el destino lo trajo y llegó. ¿Y ahora? No lo sé.

martes, 15 de febrero de 2011

Nube y cielo

Tanto tiempo confundí a la nube con el cielo,
todo el tiempo que dormí, todo el tiempo
Nube, cielo
Cielo, nube y cielo
Nube, cielo,
cielo, nube y yo.
Mientras dormía la nube se iba
a ser parte del cielo de otro que no dormía
Nube, cielo
Cielo, nube y cielo
Nube, cielo,
cielo, nube y yo
Y así vivía
tomando a la nube como el mismo cielo
Hasta que un día se conmovió el trueno
y me despertó antes que cubra la nube al cielo
Trueno!
cielo, nube y cielo,
nube, trueno,
cielo, nube y yo.
Desperté y vi que donde debía estar la nube,
había colores y otro calor,

lunes, 14 de febrero de 2011

Saludo anticipado.

Mañana, o quizá pasado, me voy de viaje. Como es de suponerse, los cotidianos lectores de este blog van a ser testigos de mi ausencia en el mismo. ¿El timepo del viaje? simplemente indefinido, 10, 15, 20, días, no sé.
Sin embargo, puede ser que algún amigo suba algo durante el breve lapso de mi despersonificación con respecto a la Internet.
Ahora sí,
un saludo a todos los lectores.

viernes, 11 de febrero de 2011

Una Esperanza, Una Ilusión.

Me resulta curiosa la errada idea del hombre (parece ajeno) con respecto al ciclo. Uno nace, vive, crece y muere. Sin embargo, y muchos lo saben, no es así. Es decir, uno nace para morir, sea como sea fallece. Es más, "muchos" sostienen que la cura para aquella muerte no se encontrará jamás. Otros afirman que la muerte es esa misma cura, así como el árbol tapa el bosque.

Todo “vive” con la única esperanza real, encontrarse con el “fin” de uno mismo. Es inconciente, pero es un hecho. Esa esperanza que en los momentos apreciados (no más preciados o preciados) parece estar tan lejos aunque realmente nos está poseyendo. Una esperanza que no “queremos” aceptar (suena ajeno) pero que es nuestra compañera atemporal. Esa esperanza que en los momentos odiosos nos recuerda el fulgor de mejores épocas con una tentación instintiva. Ésa es la esperanza real, la que nos hace “vivir” sabiendo que vamos a “morir”, a conocer el “fin”.

lunes, 7 de febrero de 2011

A veces es muy poco.

    Nadia escapaba dentro de sus ojos. Estaba a su lado. Acariciaba a su perro, mientras lo miraba fijamente. Pero él no. Él no la veía; sí la miraba, pero sólo diferenciaba su contorno. Su pelo, únicamente, sobresalía como iluminando un cuadro desgastado. Apenas diferenciaba su remera roja del sillón homocromático. Sin embargo, ella estaba. Tan humana y persona como él; quizá más persona aún, aunque su perfección la alejaba de lo humano.
    Quizo descubrir una mirada en esos indescifrables borrones de la cara de Nadia. Miró a pupi, el perro, callado; tranquilo - de la misma manera en que los animales se comportan antes de un terremoto o alguna catástrofe -. Volvió su mirada a ella. La noche tranquila, se silenciaba dentro del living. Ni el cantar de un grillo, ni los autos que sí pasaron por la calle, se escuchaban.
    Los dos se miraban fijamente. Ninguno soltaba palabra alguna. La lámpara apuntando a ella resaltaba su forma. Él permanecía oscuro. De vez en cuando entraba un viento por la ventana, que corría hasta la cocina. En esos momentos el living cobraba vida; sólo sus cosas, las llaves apoyadas sobre un par de billetes sonaban como campanas. Ellos sostenían sus ojos.
    Nadia era perfecta, él no. Su ex-mujer no vivía, pero hubo de existir. Ella ignoraba su pasado, no le interesaba. Era feliz con él  y seguiría siéndolo. A él le dolía la consciencia. Había querido contarle sobre su esposa varias veces, pero su lenguaje era el silencio.
    No se resistió más. Corrió con el viento, hasta entrar en la cocina. Sin prender la luz, tomó de memoria un cuchillo de uno de los cajones. Lo sintió sucio, pero no le importó. No lo iba a usar para comer. ¿Sería acaso el mismo filo que terminó con la vida de su mujer? (Nadia quedó sola, en silencio, pupi también), supongo que nunca lo pudo saber.

domingo, 6 de febrero de 2011

Ese Espejo

Nuevamente me hallo en él. ¿Cansado? ¿Perdido? ¿Bien? ¿Mal? Luego veremos cómo, pero nuevamente me hallaba en él. Recorro mis rasgos y se encuentran en el mismo lugar. Que desesperante, siempre igual. Muchas veces soñé con ver al espejo y mirar a otra persona. Resulta preciso remarcar que el deseo no es encontrarme conmigo cambiado sino con otra persona. Siempre imaginé que al reflejarme, el “cristal” describía otras cosas, pero sólo lo imaginé. Imaginaba un hombre alto, elegantemente vestido de frac y seguro de sí mismo. Rasgos faciales jóvenes, con ojos brillantes, como si nada le faltara, pero insisto, sólo lo imaginaba. En cambio, lo que descubría en ese espejo era nuevamente yo; yo igual que hace cuatro semanas. Misma ropa, mismos granos, mismos ojos, boca y orejas. El pelo y las uñas igual de largos. Bastante sucio y con expresión de desesperación, otra vez, nuevamente esa palabra. Cambiaba mi cuerpo y ropa en esas 4 semanas pero no le podía escapar, el espejo siempre reflejó lo que había sucedido ese día. 

F.S

jueves, 3 de febrero de 2011

Entre La Espada y la Pared

Sólo debo elegir una entre dos: la espada o la pared. La muerte me aguarda de todos modos, pero no hay otra opción que decidirse. Observar y decidirse. Comparar y escoger. Es lo único que queda.

Una pared áspera y sucia. Una espada filosa y brillante. La pared asiste con su soporte mientras que la espada tan sólo se mueve para lastimar. Una pared que siempre estará en ese lugar, o una espada que huirá en cuestión de segundos. Rasguños en los ladrillos, o sangre en el acero. Sentir con toda la piel a la muerte o que tan solo la sienta el corazón, quizás mi garganta. La inmovilidad o la agilidad. La rusticidad o la destreza.

Siempre gritaré o gritaré. Sólo la muerte me espera. Sé que el verdugo que maneja la espada no me salvará. Sé que esa pared tapa mi escape, y mi única posibilidad. Sin embargo elijo la pared y que ella me ayude. Después de todo, tantas veces me dio soporte, quizás hasta lo haga una vez más.

F.S

Muy lejos.

Día 1
   
Simplemente debo anotarlo en algún lado.

Inalcanzable. En un pie al diablo, en el otro a mi Dios. Nada le interesa. Egoísmo encantador. Deja de lado al mundo y cada segundo parece no agotarse. Me vislumbró. Me penetró la luz que la rodeaba. Alba en sus ojos, excelencia en su cuerpo y poseedora de una atracción hipnótica, pero rotundamente inalcanzable. Sólo pensar en su pelo me hace pensar en su totalidad tan perfectamente seductora. Fatalmente inalcanzable.


martes, 1 de febrero de 2011

Entre mates y otros mails.

El otro día me llegó un mail, sí de esos encadenados presos de los fieles al "REENVIAR". Decidí no leerlo.
Pasó el día, se hizo de noche y nuevamente se prendió el sol. Con más ánimo que el día anterior, me dispuse a leer los mails. Nada nuevo, salvo alguno de esos que siempre llegan con letras mayúsculas y anunciandote que ganaste algún auto, departamento, viaje, perro, zapatilla, cámara digital, etc.
Como dije, estaba con un humor superador al del día en que me llegó ese mail del que primeramente hablé. Por eso fue que decidí abrirlo, era de un ex-profesor de guitarra con quien me llevaba muy bien y nos seguimos hablando por msn. Además el título me llamaba: "FW: Un mate y un amor... de Lalo Mir ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ BUENISIMO !!!!!!!!!!‏", no tanto por el amor, sino más por el mate.
Antes de las clases, mi profesor  me mandaba un mensaje diciendo que estaba por llegar, y casi siempre me pedía que le fuera preparando unos mates -si no me lo pedía igual los preparaba-.
Me pareció bastante interesante, no fue nada de otro mundo, pero pude pescar un par de renglones que me gustaron, a continuación los pescados:


-El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
-Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos.
No es casualidad. No es porque sí.
El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma.