martes, 1 de febrero de 2011

Entre mates y otros mails.

El otro día me llegó un mail, sí de esos encadenados presos de los fieles al "REENVIAR". Decidí no leerlo.
Pasó el día, se hizo de noche y nuevamente se prendió el sol. Con más ánimo que el día anterior, me dispuse a leer los mails. Nada nuevo, salvo alguno de esos que siempre llegan con letras mayúsculas y anunciandote que ganaste algún auto, departamento, viaje, perro, zapatilla, cámara digital, etc.
Como dije, estaba con un humor superador al del día en que me llegó ese mail del que primeramente hablé. Por eso fue que decidí abrirlo, era de un ex-profesor de guitarra con quien me llevaba muy bien y nos seguimos hablando por msn. Además el título me llamaba: "FW: Un mate y un amor... de Lalo Mir ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ BUENISIMO !!!!!!!!!!‏", no tanto por el amor, sino más por el mate.
Antes de las clases, mi profesor  me mandaba un mensaje diciendo que estaba por llegar, y casi siempre me pedía que le fuera preparando unos mates -si no me lo pedía igual los preparaba-.
Me pareció bastante interesante, no fue nada de otro mundo, pero pude pescar un par de renglones que me gustaron, a continuación los pescados:


-El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
-Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos.
No es casualidad. No es porque sí.
El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma.

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