martes, 19 de agosto de 2014

Leyendas y pequeños cuentos de Buenos Aires

Sobre la calle Jean Jaures camina todas las mañanas (a excepción de los sábados), de diez a doce, una persona que no guarda ningún secreto que recibe.  Gente de todos los barrios porteños (aunque en su mayoría del barrio de Once y del Abasto por localización geográfica) acude a ella cuando un secreto los oprime. De este modo, uno logra librarse de semejante castigo. Muchos creen que hay métodos más simples para conseguir dicha recompensa, tales como comentarlo con el diariero o el portero, pero nunca resulta igualmente eficaz ya que quien sostendría tu secreto sería alguien cercano capaz de traicionarte. Se comenta también la posibilidad de evitar a esta persona confesándote a una persona en el colectivo por ejemplo, pero los prejuicios nos encierran y siguen la cara de horror que