lunes, 26 de marzo de 2012

Circe

Pasan cosas nuevas y veo a una persona que llora pero tengo que seguir, seguir de a dos, caminar, caminar de a dos, respirar, respirar de a dos, aire, aire de a dos. Y se escribe nuevamente del suicidio y vos lo sabés más que nadie. Hacés mal pero hace tan bien que hagas mal. Veo que una persona reza. Plantas, árbol, ciprés y caminos por andar. Si supieras lo mal que haces pero lo bien que hace tu mal, si tan sólo lo supieras plantita, arbolito, ciprés. Una persona mira al cielo. Descubro que pasan cosas nuevas y pasa el amor y pasa la vida y el tiempo que es vida. Un hombre mira al piso. Quizá no entienda nada, quizá lo entienda todo pero es que son todas palabras y palabras, y frases y párrafos y punto seguido. Descubro que pasa el amor escribí; porque el amor es esa niña que corre en la plaza (creo que ya lo dije alguna vez), es la deseosa Circe (la traición es la muerte) o esas sirenas tan griegas, es esa luz que muestra lo que sólo queremos ver porque la oscuridad no importa (y si la luz se va sólo queda eso que no importa y nos empieza a importar tanto y es tan triste y depresivo), es un ancho de espada que puede terminar clavándose en algún lado, es esa ventana que hay que abrir, es ese viento que entra por la ventana que abrimos (porque la ventana la tenemos que abrir cuando uno muere de calor y soledad) y nos revuelca los papeles y entonces lo que pensamos es todo un desorden (¿se piensa?) y estamos tan felices con esa frescura y nada importa tanto como esa luz y alguna persona que rece, que llore, que mire al piso, que árbol y planta y ciprés. Vuelvo a escribir del suicidio y vos lo sabés más que nadie porque lo que murió es algo profundo en esa amistad de dos. Una persona ríe. Murió de tu parte porque la otra sigue intacta y no me animo a decir que es mi parte la que está intacta pero sin embargo lo digo. Pasan cosas nuevas, pero tengo que seguir y seguir de a dos. Y entonces no entendemos nada porque la luz ilumina sólo lo que más queremos ver, tenemos sólo una frescura y nada se piensa, tenemos esa jarra de arena que tanto deseamos aunque estemos en un desierto, todo eso y mucho más y mucho planta, árbol ciprés. Pero cuando todo parece estar separado entonces uno entiende que llora un hombre porque se haya muerto algo en la profundidad de alguna amistad de algúna de las estrellas que esa persona busca mirando al cielo porque no quiere mirar al piso para quedar como esa persona que sólo imitaba a alguien que reía al ver que sus pies no pisaban las líneas de las baldosas y entonces otra persona reza por todos ellos y por la planta, árbol, ciprés que no son más que lo mismo y todo es un camino por andar, es la vida y es el amor, ese viento y este punto final.

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