sábado, 30 de abril de 2011

Murió Ernesto Sabato

Fanático del arte en todas sus facetas. Ensayista, pintor, y novelista. Ganador del premio Cervantes. Un escritor con una mirada algo pesimista, aunque siempre con un ápice de esperanza. Un escritor que siempre apoyó al arte y con sus obras lo llegó a demostrar. Un escritor que vivió una vida sobre héroes antes y tumbas ahora, una vida que siempre se asemejó a un túnel, aunque con la gran esperanza de alguna salida, una vida que terminaría en su propia trilogía con Abaddón. Muchos recordaremos la constante lucha contra la realidad en sus ensayos y libros, muchos lo recordarán como persona, y todos recordaremos este 30 de abril, porque Bruno lo llora, y todos somos Bruno. Saludos a tus 99 años.

"(...) Hasta que de pronto vio con asombro una lápida que decía: 

Ernesto Sabato
Quiso ser enterrado en esta tierra
con una sola palabra en su tumba
PAZ

(...)

"Paz", Si, seguramente era eso y quizá sólo eso lo que aquel hombre necesitaba, meditó. (...) En cualquier caso, fuera como fuera, era paz lo que seguramente ansiaba y necesitaba, lo que necesita todo creador, alguien que ha nacido con la maldición de no resignarse a esta realidad que le ha tocado vivir; alguien para quien el universo es horrible, o trágicamente transitorio e imperfecto.
Porque no hay una felicidad absoluta, pensaba. Apenas se nos da en fugaces y frágiles momentos, y el arte es una manera de eternizar (de querer eternizar) esos instantes de amor o de éxtasis; y porque todas nuestras esperanzas se convierten tarde o temprano en torpes realidades; porque todos somos frustrado de alguna manera, y si triunfamos en algo fracasamos en otra cosa, por ser la frustración el inevitable destino de todo ser que ha nacido para morir; y porque todos estamos solos o terminamos solos algún día: los amantes sin el amado, el padre sin sus hijos o los hijos sin sus padres, y el revolucionario puro ante la triste materialización de aquellos ideales que años atrás defendió con su sufrimiento en medio de atroces torturas; y porque toda la vida es un perpetuo desencuentro, y alguien que encontramos en nuestro camino no lo queremos cuando él nos quiere, o lo queremos cuando ya él no nos quiere, o después de muerto, cuando nuestro amor es ya inútil; y porque nada de lo que fue vuelve a ser, y las cosas y los hombres y los niños no son lo que fueron un día, y nuestra casa de infancia ya no es más la que escondió nuestros tesoros y secretos, y el padre se muere sin habernos comunicado palabras tal vez fundamentales, y cuando lo entendemos ya no está más entre nosotros y no podemos curar sus antiguas tristezas y los viejos desencuentros (...)"

Fragmento de "Abaddón, El Exterminador"

F.S

1 comentario:

  1. Te equivocas al decir que es un escritor con una mirada ''algo pesimista''; es todo lo contrario si uno ahonda más sus textos.

    ResponderEliminar