martes, 22 de junio de 2010

"Vida de ensueños."

Despiertan ya los hartantes ojos,
negros de dormir. Parte el brazo
a ese cielo inalcanzable, sólo
para quitar el sueño del manto.

Mira desconcertado el colorido
mundo de un amanecer extraño.
Piruetas de soles por el vidrio fino
divulgan sonidos que callan el cuarto.

No reconoce las modernas paredes
rebalzadas de adornos caros;
ni a esa persona que lo bese
cuando logre un "hola" titubiado.

Un dudoso caminar lo lleva
hasta la cocina, donde lo espera
un desubicado plato de cereal.
Él nunca desayunaba, jamás.

Entonces se da cuenta.
Eso que lo encierra no es
más que un sueño cualquiera.
La horrible pesadilla otra vez.

Pero no soporta la vida fabricada,
ese velo, producto del dormido cerebro.
Sabe que su cuerpo continúa en la cama
y que lo que ve es puro verso.

Cree conocer el camino a lo verdadero,
al lugar donde piensa pertenecer.
Se pellizca ferozmente el brazo derecho
ante la desesperación del no conocer.

No encuentra la salida en el dolor,
o quizá el pellizco no era suficiente.
Mira valiente todo su alrededor
hasta encontrar la vista más excelente
de un alba en todo su esplendor
y un balcón, la puerta a lo corriente.

Sólo el cielo vió la caída.
Y velaron los vientos,
que rosaron su valentía,
a un niño perdido entre sueños.

Autor: Cruz Pantalones

No hay comentarios:

Publicar un comentario