domingo, 20 de mayo de 2012

¿En qué pensar mañana?

¿Qué somos o por lo menos en qué nos transformamos? Somos nuestro pasado, somos nosotros mismos construyéndonos a nosotros mismos constantemente, pero resulta que después de todo son sólo palabras y somos hechos que son imágenes que se traducen a palabras y las palabras no son nada. Un garabato, letras inventadas, y de la nada, una palabra, nuestra vida, nuestro ser. Pero si somos nosotros mismos construyéndonos a nosotros mismos constantemente resulta que todo sigue en un futuro que no conocemos, en un futuro que se va a transformar en nuestro pasado y que es un futuro que nosotros mismos inventamos. Lo hecho, hecho está, el futuro queda por descubrir y el futuro es una nueva oportunidad. No digamos que el tren pasa una sola vez porque entonces nos desesperamos por correr a las vías y llegamos tan temprano que nos impacientamos y nos volvemos a casa dónde todo es más cómodo y no hace falta vivir para vivir. El tren es el futuro, la oportunidad es el futuro, somos nosotros, es nuestro futuro nosotros, es nuestro destino y está en nuestras manos. Entonces no somos sólo cosas que pasaron sino que somos un futuro que está en potencia de ser nuestro pasado y entonces formarnos como ser y ahí reside la oportunidad de cambiar y de una felicidad. Elegir, planear, pensar, vivir, futuro, ser, y no somos solo hechos que pasaron, sino hechos que van a pasar y que uno puede elegir que pasen y que eso nos cambie para siempre. No somos las palabras de esas imágenes, somos las palabras que nosotros queramos elegir e inventar y entonces uno inventa y vive y se va construyendo a si mismo constantemente y eso es la felicidad. El pasado, como esencia de nuestro ser, si se puede cambiar en forma aditiva, el futuro, el futuro pasado. Dos tiempos que nos hacen y que al fin y al cabo es uno y el destino en nuestras manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario