martes, 28 de febrero de 2012

La Maga

Empezaba a vivir de nuevo. No era magia sino que me sentía libre y veía todo desde otro punto de vista. Ahora estoy fuera del mundo y en el mundo al mismo tiempo. Sé y comprendo que quizás no me comprendan pero es lo que veo, lo que siento. Veo como corren todos, me ven caminar tan tranquilamente a mi con la calma del pez en una pecera. Es que quizás seamos todos como el pez en la pecera y pocos seamos los que lo sabemos. Damos vueltas en un lugar tan chico y no nos percatamos de que siempre es lo mismo, hasta morir, el último gran cambio. Quizás sea así y sólo haya que saltar del agua para salir y poder verla desde afuera y conocerla realmente. Necesitamos más de un punto de vista de la vida. Eso es lo que me estaba pasando, tenía más de un punto de vista de mi propia vida. Podía verme a mi que corría en algún jardín de algún dueño desconocido al que probablemente llame papá. Soy yo con mi segunda vida simultanea. No es una visión, soy yo, lo juro que lo soy. Entonces veo que todo es más claro. Entiendo lo que es la vida, lo que es mi vida, lo que es vivir, lo que es no estar muerto y gracias. Entiendo que la luz puede llegar a ser oscuridad si te encandila y entiendo que hace falta alejarse de las cosas para poder verlas en su totalidad y poder analizarlo todo mejor. Conozco ahora mi segunda vida que no es otra dimensión sino la misma pero en otro lado del mundo. Me siento parte de la cosmovisión desde afuera del mundo. Me siento un alma que siente. No entiendo que ellos estén tan distraídos por la vida. Ahora yo me veo a mi misma, mi segunda forma me mira y yo la miro a ella. Nos sonreímos porque nos conocemos sin habernos visto antes y eso hacen los que se conocen, sonreír. En sus ojos veo toda una vida diferente a la mia pero igual en algún otro sentido que sólo las estrellas entienden. Veo desde arriba todo de nuevo. Soy yo, es mi segunda forma, mi vida en otra parte del mundo, mi alma que se divide en dos pero que sigue siendo sólo una, y yo sigo tan alto viendo todo lo que pasa en mi vida, y no estoy muerto porque me siento un alma que siente. Soy vida y ella también, somos dos separados en una y no es una carta de amor. Y aunque diga que estoy fuera del mundo, no es una metáfora de nada, es la simple realidad, una vida diferente, algo que quizás nunca entiendan. Nada es magia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario