domingo, 3 de septiembre de 2017

La Historia

Empezás a buscarlo. Ves muchas letras, muchas caras, muchas personas, pero no está. Lo buscás sin parar y quizás no lo encuentres y lo sabés pero igual seguís buscando. Te tiraste a la pileta pero estaba vacía... vacía hasta de fondo. Seguís cayendo sin parar, seguís cayendo en la desesperación que te chupa, te absorbe y se hace parte de vos. Y seguís buscando... Y seguís no encontrando. Siempre cayendo pero no te caen las lágrimas. Te preguntás por todo y ese es el peor llanto. Inventás historias, visualizas besos, imaginás posibilidades improbables, creás excusas más improbables todavía. Intentas tranquilizarte, pero la tranquilidad no hace que venga, que aparezca y entonces recaés. Inventas, creás, imaginás, fantaseás, proyectás, llorás, buscás, pero no encontrás. Más letras, más caras y más personas, pero no está. Bajás, subís, pero ni arriba ni abajo. Nunca está... 

Ahí está, ahí llegó, pero... ¿y ahora que? Ahora nada. Vio la historia... pero ahora nada. Que siga el baile fúnebre de miradas perdidas y vueltas que marean y confunden. Seguís el baile que te marea, te confunde y te embriaga, pero te baila y te hace sentir un poco más. 

¿Seré yo la búsqueda de alguien más entre las visualizaciones de las historias Instagram?

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