domingo, 17 de mayo de 2015

Secreto.

Shhh, te voy a contar un secreto... no, no me vas a creer... mejor no te digo nada, sigo con mi vida.

Bueno, pero no te pongás así. Yo te cuento, pero vos creeme, porque sino pierde sentido el que yo esté acá, hablándote; y vos escuchando y haciendo como si nada, sin creer lo que digo.

Hablo en serio, él existe. Yo sé que está. Lo veo. A veces, él quizás también me vea.

Pero sí, estoy seguro de que él pasea por los mismos lugares que yo - a veces, los dos visitamos las mismas casas de té, o compartimos una ronda de mate tan grande que ni nos miramos fijamente-.

Ahora que pienso, no sé si el me conoce. Tampoco puedo asegurarte que yo lo conozca. En realidad es más una sensación... pero es verdad. Es una sensación tan real que me atrevo a asegurar que es cierto - aunque sea la sensación lo es -.

Bueno, te cuento bien. Su nombre no lo sé; alguna vez creí escuchar que lo llamaban al grito de Marcos, pero no estoy seguro. La verdad es que me asusta mucho; no él, sino lo que me pasa.

Siento que lo persigo. Sí, persigo gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario