miércoles, 11 de abril de 2012

Querer, tener, partir

¿Qué es querer sino desear? Desear algo comienza en una carencia, en un no-tener. No se desea algo que se tiene (aunque no significa que no se pueda disfrutar al ya tenerlo). Que tristeza la de no tener, la de querer algo, pero sin embargo quererlo y desearlo hasta llorar y hacer todo lo posible para lograrlo y llorar pero vivir. Acá es dónde la confusión nos atrapa en una de sus trampas. Lo quiero y es triste, hago todo lo posible por tenerlo y entonces vivimos, y vivir no es tan triste. Surge entonces, a partir de una carencia, la necesidad de querer algo, y de esa necesidad la necesidad de movernos y entonces vivir para poder conseguirlo. Vivir surge de un no-tener y lo que parecía tan triste es lo que nos anima a vivir y ahora es alegría. Entonces la base de lo que pensamos que es tan alegre como vivir, resulta una insatisfacción y la confusión y vos y lágrimas que caen en pozos. Que importante es desear entonces, y dejar de desear sería dejar de vivir y no, por favor, no llores más, que todo sigue si deseás algo y sufrís. Dejar de desear sería dejar de desear vivir y partir. Se trata de desear felicidad, alcanzarla a lo largo de toda la vida y morir. Querer, tener, partir, pero no, por favor, no llores más, que todo sigue si deseás algo y si lo deseás.

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