miércoles, 12 de septiembre de 2012
Dar y Recibir
De repente te pasa eso que nos pasa a todos. Mirás tus pantalones, tu espejo, tu reloj, tu televisión pero no los mirás a ellos sino que mirás tu vacío. Sentís que quizás la música es lo único que te da algo, y tenés familia y tenés amigos, unos lindos hijos y una mujer (que tanto querés y tanto te quieren), pero la música es lo único que te da algo. Das y no recibís lo que esperás y sentís que no recibís nada aunque quizás no sea así, pero es lo que pensás o peor todavía, lo que sentís. Mirás a tus amigos, te acordás, llorar no es la respuesta pero desahoga. No tenés razones para nada de lo que te pasa, de lo que sentís, de lo que llorás, pero llorás. La vida es tan perfecta y simplemente llorás, y llorar es perfecto entonces y no te sentís tan mal porque escribiste todo esto.
jueves, 6 de septiembre de 2012
Esa luz, adelante
Estaba delante de todo. Delante de un paso
dado, de un sonido emitido, de una luz que ya encandiló, delante de la muerte.
No me di cuenta; tuvieron que pasar unos segundos para eso. Estaba atrás pero
estaba muy adelante también. Era un dejavú, un presagio, un alma que dejaría de
sangrar, una luz. Es que… esa luz, esa guía, esa hipnosis y yo que sin darme
cuenta me adelantaba cada vez más. Me atraía. Era como una obsesión peligrosa y
que cuanto más peligrosa era, más me atraía y más me adelantaba hasta que los
pasos ya estuvieron dados, el sonido ya estuvo emitido, la luz ya me atropelló
y adelante… yo. Un pie levantado, un grito olvidado, un cerrar de ojos eterno y adelante… mi muerte.
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