lunes, 4 de septiembre de 2017

Tu estadística

Lees un libro diferente, escuchas a un músico desconocido, viajas a destinos poco de moda, conoces a la gente que nadie conoce. Mirás a la estadística a los ojos y le das la espalda. Ella te toca la espalda con una palmada tranquilizadora pero que es irónica. No escapaste: estás fuera de la media, nunca de la estadística.

Lees un best-seller, escuchás la música que pasan en la radio más escuchada, recorrés los mismos lugares de siempre, mirás las únicas caras que te presentó la vida. Mirás a la estadística a los ojos y le sonreís. Ella te sonríe. La sociedad te sonríe. Superaste la prueba de nunca probar. 

domingo, 3 de septiembre de 2017

La Historia

Empezás a buscarlo. Ves muchas letras, muchas caras, muchas personas, pero no está. Lo buscás sin parar y quizás no lo encuentres y lo sabés pero igual seguís buscando. Te tiraste a la pileta pero estaba vacía... vacía hasta de fondo. Seguís cayendo sin parar, seguís cayendo en la desesperación que te chupa, te absorbe y se hace parte de vos. Y seguís buscando... Y seguís no encontrando. Siempre cayendo pero no te caen las lágrimas. Te preguntás por todo y ese es el peor llanto. Inventás historias, visualizas besos, imaginás posibilidades improbables, creás excusas más improbables todavía. Intentas tranquilizarte, pero la tranquilidad no hace que venga, que aparezca y entonces recaés. Inventas, creás, imaginás, fantaseás, proyectás, llorás, buscás, pero no encontrás. Más letras, más caras y más personas, pero no está. Bajás, subís, pero ni arriba ni abajo. Nunca está... 

Ahí está, ahí llegó, pero... ¿y ahora que? Ahora nada. Vio la historia... pero ahora nada. Que siga el baile fúnebre de miradas perdidas y vueltas que marean y confunden. Seguís el baile que te marea, te confunde y te embriaga, pero te baila y te hace sentir un poco más. 

¿Seré yo la búsqueda de alguien más entre las visualizaciones de las historias Instagram?

lunes, 21 de agosto de 2017

Homero

Él era Bautista. Uno de los que se dice "chico bien". Tuvo una educación en un colegio privado con compañeros de clase media-alta y estudiaba en la Universidad con un futuro promisorio. Le gustaba la música, el cine, podía ir al teatro seguido y leía libros caros y modernos. Una serie, varios libros y alguna canción que otra lo hicieron querer parecerse a alguien más. Quería parecerse a un chico de barrio, que camina las calles de casas bajas cercanas a alguna Villa saludando a los vecinos y a los vagos. No sólo quería parecerse, quería ser. Su vida le parecía muy cómoda y por lo tanto injusta frente a tanta incomodidad ajena. Quería ser alguien que trabaje para poder llegar a fin de mes sin tener muchos lujos ni beneficios extras. Quería tener que hacerse sólo. Quería salir temprano de su casa para volverse muy de noche y cansado. Hasta quería sufrir alguna injusticia salarial. Quería ser Homero. Tanto quería que comenzó a llevarlo a cabo. Se mudó de barrio con poco y con lo que podía buscó un trabajo. De a poco se fue convirtiendo en lo que quería ser. Los días eran largos y agotadores. Los vecinos lo conocían y participaba de actividades en la organización barrial. Los fines de semana tenía suerte si podía comer algún asado. Cada tanto visitaba a su familia aunque era cada vez menos seguido ya que ellos le insistían a que vuelva a su estilo de vida anterior. Los domingos en la popular de la cancha (nunca más platea) del equipo de su barrio y algún sábado en algún bar con alguna cerveza de mala calidad. Y así él vivía contento. El tema acá es que él no era Homero. El tema es que nunca iba a ser Homero. Él pudo elegir. Él siempre podrá elegir.

sábado, 19 de agosto de 2017

Soy Leyenda

Cuenta la leyenda que un hombre, mientras volvía del trabajo en su auto, dijo para sus adentros: “Cuando termine esta canción me bajo”. Minuto 3:18 y seguía manejando. Daba vueltas y no para buscar estacionamiento precisamente, sino para hacer tiempo (como si pudiera hacerse) a que la canción termine. La canción terminó. El hombre no se bajó. La canción que proseguía también lo incentivaba a hacer tiempo; tiempo que se va. Pasó lo mismo con la siguiente canción. El hombre ya se dirigió a un local de comida rápida con servicio para autos. El hombre ya se dirigió a un auto-cine. El hombre no se bajó. Cuenta la leyenda que el hombre murió en su auto luego de meses de sedentarismo. Cuenta la leyenda que el hombre murió con una sonrisa. También cuenta la leyenda que el hombre había programado para que siempre que se termine, se repita automáticamente el cd Pescado Rabioso 2.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Sobre llegar tarde

Camino y camino. Un pie retrasado se adelanta y entonces deja retrasado al otro. Y así, continuamente, se avanza. Adelante: el colectivo, la verdad, la vida o una piba. Otros pasos más y estamos más cerca pero el tiempo nos transpira. La llegada: ese capricho de niño amenazado por el tiempo que se ríe de nosotros. Y si es temprano no se está preparado y no se aprovecha totalmente; y si es tarde ya no vale la pena, no sirve o se fue. Y se va; siempre se va: el colectivo, la verdad, la vida... la piba. Se fue.